Quantcast
Skip to main content

Entrevista a Emilio Guardiola, presidente de COACAV: “El tráfico del PIF ha caído un 30% por la inflación”

Emilio Guardiola, presidente de COACAV, viene de familia de agentes de aduanas. Hace 45 años que ejerce y lleva 12 al frente del Colegio de Agentes de Aduanas de València. La institución celebra este mes su centenario.

— ¿Qué balance hace de los 100 años de vida del Colegio?

Muy positivo gracias a los presidentes y las juntas directivas anteriores. Somos un colectivo, tenemos que dar unos servicios a nuestros afiliados y lo hacemos lo mejor que podemos.

— ¿Es un colectivo unido?

Sí, sobre todo para tratar con la administración porque planteamos problemas comunes a todos. Nos reunimos con la aduana más o menos una vez al mes e intercambiamos información. El puerto de València ha creado varios grupos de trabajo, de transporte, controles y demás en los que participamos activamente. Es un gran honor para mí presidir el colegio cuando cumple 100 años de vida.

— ¿Y su balance personal al frente de la institución?

Antes que nada tengo que agradecer su labor a mis antecesores, Jaime Boira y Miguel Tell, con el que estuve de secretario y aprendí mucho. El Colegio ha sido una continuidad, funcionaba y se ha ido renovando y ajustando a los cambios administrativos y a las demandas de los colegiados. Un paso importante fue comprar la sede para estar cerca de los colegiados, en la calle JJ Dómine, que es una ubicación inmejorable.

— Antes estaban en el emblemático edificio de la Aduana, cuya construcción promovió el mismo Colegio en la antigua dársena del puerto de València…

Después de la guerra, el Estado no tenía dinero y el Colegio alcanzó un acuerdo con los exportadores para poner una tasa que recaudábamos los agentes de aduanas. Con eso se sufragó la construcción del edificio en el que estuvimos hasta hace 12 años.

— ¿Por qué se fueron?

En aquella época el trato era de palabra, no había papeles. Llegó un momento en que Patrimonio preguntó por qué estábamos allí si no éramos de la administración. Como no teníamos un título, resolvió que estábamos en precario y que teníamos que salir de allí. Y allí se quedaron las grandes mesas de trabajo en las que se despachaba y otras cosas. El edificio es de la Aduana y ahora está en obras.

— ¿Siguen despachando allí?

Sí, pero con el covid ha cambiado todo, la gente trabaja desde su casa. Incluso los propios funcionarios. Y necesitas citas previas para muchos trámites. Seguimos yendo allí, pero la entrada está limitada, como en toda la administración.

Entrevista completa en puertosymas.com

Leave a Reply